El Cristianismo no es un moralismo, pero el kikianismo sí lo es.
Hay infinidad de normas, muchas de ellas tomadas de la Iglesia católica, otras procedentes del judaísmo, otras inventadas o transformadas. Hay normas para poner nombre a los hijos, para elegir padrinos de Bautismo, para condicionar a los hijos en razón de su sexo, para decorar la casa, sobre el derecho de acceso al dormitorio matrimonial…
Los niños pequeños necesitan normas para crecer |
Hay normas para casi todo. Veamos algunas de ellas.
1. Regla de oro: La primera norma que se aprende en el cnc es que el catequista siempre tiene razón; en cuestiones de la fe de los demás, por supuesto, así que mucho más a la hora de saber que trabajo te conviene o con quien debes emparejarte para hacer la voluntad del CNC de Dios.
2. Corolario de Plata: la segunda norma es que el trípode es obligatorio. Supongamos que estás embarazada y empiezas con contracciones yendo a una convivencia de domingo. Pues te relajas, renuncias por amor a Cristo a ser una neurótica manipuladora que quiere que su marido la mime y te vas a la convivencia, que hasta que las contracciones no sean regularmente cada 5 minutos tu sitio es en la convivencia y sometida a tu maridito como al Señor.
3. Regla del acceso al atril: no se puede llegar al atril por cualquier sitio (ni moviendo los brazos de cualquier forma). No se puede atravesar la asamblea por detrás de la mesa (que no altar) donde se va a celebrar la Eucaristía, sino que se rodea la mesa por delante de la misma. Y por más hueco que haya entre el atril y la mesa (en el local que tenemos asignado no hay espacio para poner el atril delante de la mesa, se pone al lado), no se puede usar ese hueco, se debe acceder al atril por la parte exterior. Esta norma es machaconamente explicada y si alguien, por error o por provocación, la incumple, es llamado al orden inmediatamente, porque rompe la estética de la asamblea.
4. Regla del saludo: Al llegar al atril, es preceptivo dedicar un saludo (con una inclinación), al presidente. ¿Qué pasa si se trata de una celebración de la Palabra y el sillón presidencial está vacío? Pues que muchos, con cara muy seria, saludan al sillón.
5. Regla del cruce de piernas: no deben cruzarse las piernas. Ni aunque se esté en una sala cutre, ni aunque sea una ‘celebración de la Palabra’, que no es un sacramento. Si además se trata de una celebración a la que se va revestido de camisón de lino blanco, entonces es preceptivo permanecer erguido y con las manos sobre las rodillas (para no zaherir la dignidad de la túnica).
6. Regla de los hueco vacíos: en las celebraciones no puede haber espacios vacíos en primera fila. Y si se puede estar en una sola fila, mejor. Así que si se han puesto sillas de más, se retiran y se recompone la asamblea. Si luego llega algún hermano retrasado, se arrastran las sillas que hagan falta hasta que se le acomoda.
7. Regla de la cabecera de la asamblea: En los principios, nos dijeron que el grupo que hubiese preparado era quien ocupaba la cabecera. Con el tiempo, cada cual se ha buscado un lugar y la cabecera es ocupada casi siempre por el responsable y sus amigos, los intocables.
8. Regla del paseíllo: Durante la Pascua, las comunidades que han acabado el camino desempolvan el camisón de lino blanco para lucirlo en la Misa Eucaristía. En estas Eucaristías no se admiten invitados ni tampoco se lleva a los hijos. La leche con miel es arcano, y el paseíllo inicial, también. Este paseíllo consiste en que toda la comunidad (exceptuando aquellos que no hayan recibido la túnica y el sacrificado salmista), abandonan la sala y entra en ella en procesión, cantando tras la cruz gloriosa, tras la Biblia, sujeta con el paño humeral, en fila de a dos, y no recuerdo si antes que el que porta el incensario o detrás del mismo. Y el canto que cantan también es arcano, no se enseña hasta haber acabado el camino.
9. Regla del demonio mudo: Ningún hermano puede dejar pasar un mes sin dar un eco, por corto que sea, en alguna de las celebraciones, o al menos, debe prodigarse en las peticiones. Pero si se obstina en permanecer callado, será llamado al orden en la primera convivencia que haya, porque debe entender que se está en el CNC para ser todos muy hermanos de todos y saber todos los chismes y cotilleos de todos.
10. Regla del ayuno: en el CNC no se reza por moralismo (por eso sólo se reza cuando el catequista lo dice y lo que él diga), ni se paga por moralismo (sino porque si no pagas, te cobran todo de golpe en el siguiente escrutinio), ni se ayuna por moralismo. Y entonces un día el catequista dice que desde las primeras vísperas del Sábado Santo hasta la madrugá del cordero ‘hay que’ hacer ayuno de todo, que sólo se puede tomar líquidos. Pero sin moralismo, ¿eh?
11. Regla del ajuar: cada comunidad debe tener su ajuar (que se lleva un piquito, por cierto) compuesto por mesa portátil, sillón presidencial, cruz de pie (de kiko), cuadro de la Virgen (de kiko), manteles, corporales, purificadores, velas, candelabro kikil, cáliz de kikil diario, cáliz kikil empedrado, patena kikil de diario, patena kikil dorada, jarrita para el agua, vasija y otra jarra para el lavamanos, cálices kikiles de plástico para la leche, jarrones, porta cirio, mega cirio pascual, cubre atriles kikiles, albas, casullas, estolas, libros litúrgicos, Biblia grande, atril portátil, atrilillo para los salmistas, mesita auxiliar y sus mantelitos, salterio, mantelería, cubertería, vajilla completa, cristalería también completa… y todo lo que me dejo por el camino. Por cierto, también se necesitan armarios para guardarlo todo y maletas para cuando el ajuar se lleva de convivencia.
12. Regla del amor al prójimo: si surge un conflicto entre dos hermanos, en especial si es algo privado y mejor aún si uno de los dos no se ha enterado de haber generado conflicto, se espera a la convivencia de mes y entonces, públicamente, se le sacan los colores al desprevenido hermano. Si ese hermano es tu espos@ y lo que comentas tuvo lugar en la intimidad del lecho conyugal, mejor, no se puede caminar sin dejar en cueros poner en la verdad al espos@.
Y estas son algunas de las innumerables normas que 'ayudan' a gestar un hombre nuevo para el CNC.