Decíamos ayer que el primer escrutinio asienta esta base fundamental: no estás en un plano de igualdad con tus catequistas, tú eres un necio que te has dejado engañar durante toda tu vida, pero ellos son profetas que vienen a rescatarte por pura bondad de su corazón y porque Dios lo quiere; así que debes dar gracias a Dios que te pone a tan inmerecidos profetas en tu camino.
Lo fundamental es llevar siempre la contraria al catecúmeno, porque hay que hacerle ver que debe cambiar de vida. No ha llegado a los segundos escrutinios para seguir como siempre, los segundos cierran una puerta y abren otra, quien no acepta cambiar de vida, no puede traspasar la segunda puerta.
![]() |
Testimonio fotográfico: el día que Kiko se arrodilló (y no se cayó la luna ni nada) |
De paso, los primeros escrutinios sirven para que contestes una encuestita donde se te pregunta por la fe (¿qué es la fe para ti? ¿qué te da? ¿qué deberías hacer para conseguirla?); por el trabajo y las riquezas (¿eres consciente de tu verdadera relación con el dinero? ¿hasta qué punto es tu señor?); y por la cruz (¿cuás es tu cruz y por qué crees que Dios lo permite?).
Tus respuestas a esa encuesta son fundamentales, son un mapa de puntos débiles del que los catequistas harán uso. Pero no inmediatamente, en los primeros escrutinios no suele haber bajas, pescozones a lo sumo, para que te confíes.
Luego viene el Shema que después de la experiencia de la encuesta pública de los primeros, para mucha gente es como un remanso de paz. No para mí. Yo los recuerdo con el mismo desagrado que los primeros y los segundos.
Y al año del Shema, los segundos escrutinios, con su nueva encuesta y sus escrutes. Y aquí se trata de hacerte cambiar de vida, como sea, vale todo. Si les da por avergonzar públicamente a un joven delante de 200 personas, se hace; si se les ocurre que conviene humillar a alguien hasta el punto de provocarle una depresión, lo harán. No pasa nada si el deprimido no lo supera y se suicida, no es culpa de los catequistas, es el maligno que engañó al suicida.

¿Se entiende esto?
En su momento, tantos años atrás, yo me esforcé muchísimo por entenderlo. Pero miraba a mis catequistas, a Teo y Dorita que dejaban de hablarse durante días o semanas y la pagaban con nosotros; a Leocadio y Crispina, él tan acomplejado y ella tan hinchada por la medicación, tan colgada por las fuertes dosis de pastillas de colores; a Genni, que podría haberse contratado en un circo como domadora de caimanes o de cualquier otro bicho con muchos dientes.
Para entonces, Sancho y Lucrecia ya habían dejado el CNC. Les sustituyeron Ubi y Nildita (de Ubaldo y Brunilda) cuya gran cualidad es que no se cuestionaban nada que viniese escrito en los mamotretos y nunca llevaban la contraria a Teo y Dorita.
El caso es que miraba al triste equipo de catequistas y al mirarles pensaba que en ellos no se había producido ese cambio milagroso que nos exigían a nosotros
Para entonces, Sancho y Lucrecia ya habían dejado el CNC. Les sustituyeron Ubi y Nildita (de Ubaldo y Brunilda) cuya gran cualidad es que no se cuestionaban nada que viniese escrito en los mamotretos y nunca llevaban la contraria a Teo y Dorita.
El caso es que miraba al triste equipo de catequistas y al mirarles pensaba que en ellos no se había producido ese cambio milagroso que nos exigían a nosotros
Tras cada sesión, Teo volvía a su casa y calentaba a sus hijos porque no se entendía con Dorotea. Leo se consumía intentando animar a una mujer más inteligente y cultivada que él que llevaba muy mal su actual penuria económica. Ubi y Nildita estaban como convidados de piedra, ni participaban ni opinaban; y Genoveva seguía gritando y bufando a todo el que se le acercaba.
¿Y estos tipos, en cuyas vidas era difícil encontrar el rastro de Dios, venían en nombre de Jesucristo a re-interpretar mi historia y corregir mi existencia?
Padecí los escrutes de toda mi comunidad. Me sentí mal en todos y cada uno de ellos. No vi misericordia, ni paciencia, ni esperanza, vi un tribunal y vi juicios, juicios en los que determinados miembros del tribunal se permitían chanzas, burlas y chirigotas hirientes sobre el enjuiciado.
![]() |
¡CULPABLE! |
Y entendí que la primera premisa sobre la que se basan los escrutes es que todos somos culpables.
Entendí también que la segunda premisa es que los catequistas “vienen en nuestra ayuda”, para destruir a guarrazos sin anestesia al culpable hombre viejo y hacer brotar de nuestras cenizas humeantes al hombre nuevo que camina sobre las aguas y mueve los montes de un lado para otro.
Había comprado la primera premisa. La segunda, no. Veía los resultados de la fórmula en mis catequistas y no me gustaba lo que veía. Ellos no estaban más convertidos que yo, sus obras delataban su falta de conversión. Y, sin embargo, sus propios catequistas les habían dado el pase a la siguiente etapa del CNC y les habían confiado el, digámoslo así, carisma de catequistas.
Entonces, si no se trataba de nuestra conversión, ¿en qué sentido querían cambiarnos la vida?
A toro pasado, repasando los escrutes vividos, me di cuenta de que cada vez que alguien confesaba alguna afición, el equipo de catequistas veía un ídolo en esa afición, fuese lo que fuese: un programa de Radio, una serie de la TV, montar en bicicleta, jugar al tenis, correr, viajar… E invariablemente se ‘invitaba’ al escrutado a renunciar a su afición por amor a Dios, vender el equipo (si la afición requería equipamiento) y dar el dinero a los pobres.
Observé también que si las aficiones eran tenidas por idolatría de nivel C, el hecho de poseer una casita de campo y pasar en ella los fines de semana, con la consiguiente ausencia en las Eucaristías, era idolatría de nivel A al cubo, que sólo se curaba vendiendo la casita por menos de la mitad de su precio real.
Esta venta se le propuso a una señora viuda, para quien la casita era un vínculo emocional con su difunto marido. Para que se entienda: le hubiese costado lo mismo tirar las fotos de la boda a la basura que vender esa casa. ¿Por qué los herederos del matrimonio Gómez de Argüello – Wirtz no han vendido la casa de Blasco de Garay donde ahora está el Centro Neocatecumenal? ¿Será un vínculo emocional de esos que te hacen no tirar el librito dedicado que te regaló tu abuelo cuando hiciste la primera comunión? ¿Por qué a esta señora se le exigía hacer lo que los demás no hacemos, tal vez porque del libro no se sacaría un chavo pero de la casita, sí?
![]() |
¿Cambio de vida o cambio de orientación? |
También constaté que aquellos que anteponían a su familia por delante de la comunidad, eran considerados idólatras. En este caso, dado que la venta de familiares, hijos en particular, no es posible, simplemente se les vaticinaba que todos ellos tirarían por el mal camino y acabarían en centros de desintoxicación o en manos de proxenetas o depresivos crónicos y, por supuesto, siempre lejos de Dios e infelices de por vida.
Y yo pensaba en el equipo de catequistas, con su depresiva crónica, con el marido acomplejado, con el agresivo, con la que las mataba callando, con la soltera de lengua viperina… ¿Sería que sus padres les habían idolatrado a ellos?
Concluí que de lo que se trataba era de poner al CNC por encima de tus posesiones, de tus ambiciones e incluso por encima de tu familia.
Concluí que no me estaban llevando a Dios, me estaban llevando a ser una piececita más, calladita y tonta útil, en el engranaje del CNC.
La nueva criatura que busca el CNC, es el hombre viejo de siempre, igual de pecador, de engreído, de soberbio, de matón, sólo ha cambiado su orientación, porque ha cambiado la primogenitura por el plato de lentejas al renunciar a la verdadera meta para conformarse con ser parte del medio.
0 comments:
Post a Comment