He contado en alguna ocasión mi experiencia de mis primeros 2º escrutinios, cuando ingenuamente intenté explicar a los catequistas que mi ídolo no era el dinero. Me mandaron repetir los 2º, claro, porque en el CNC la idolatría se entiende únicamente en relación con el temer, el poseer… y con el poder que confiere la tenencia de bienes materiales.
Veamos como lo expresa el egregio líder:
“Israel en el desierto enseguida se hizo un ídolo de oro para pedirle las cosas que necesitaba. El dinero resuelve tantas cosas… dinero, poder, IDOLATRÍA. El que tiene poder es temido, es respetado. El trabajo me realiza, me construye, me permite ganar dinero y poseer cosas. Tener poder: dominar”.
(anuncio Cuaresma 1978)
“El amor al dinero, la idolatría, es una enfermedad, es como un demonio. Nosotros tenemos el poder para liberarles predicando a Jesucristo”.
(mamotreto 1 escrutinio 1987)
“Porque los ídolos nos transforman en demonios, en monstruos, en egoístas atados al dinero; un avaro, un ciego que no ve el amor de Dios por ninguna parte, solo camina en su voluntad, no camina hacia la salvación eterna, son monstruos”.
(convivencia de transmisión 2003-2004)
“Y por último la idolatría del dinero, la Iglesia te invita a vender tus bienes y darlos en limosna, te invita a dar dinero. Tenemos que ayudar con nuestros bienes a la evangelización, estamos siempre con deudas y tenemos que ayudar a las misiones ad gentes, tenemos que ayudar a los Seminarios”.(anuncio Cuaresma 2013)
En resumen, el idólatra es un monstruo que no camina hacia la salvación eterna porque no acepta la invitación de la Iglesia a contribuir con sus inmerecidos bienes a pagar las deudas de la nuevangelización.
Ya está.
Es importante que la idolatría se entienda únicamente como apego a los bienes materiales. Es muy importante. Porque en el CNC se potencia que los neohermanos vivan por y para el CNC, y se ha de evitar que razonen que han convertido al CNC en su becerro de oro, por eso hay que dejar bien claro que la idolatría sólo es hacia el dinero y los bienes materiales.
Debe quedar claro que poner al CNC por delante y por encima del marido, de la esposa, de los hijos, de la familia, del trabajo, de la salud, del bienestar, de todo lo habido y por haber, está bien; y está bien no porque no diga el catequista o porque lo diga un tal Kiko, está bien porque es cumplir la voluntad de Dios.
Y aquel que se permita alegar, por ejemplo, que ve de Dios que su misión principal es su familia, será etiquetado de “idólatra, monstruo”, ya que se trata de
“Amar a Dios por encima de tu hijo, de tu hija. Hay alguna parroquia en la que no puedes tocar al hijo de una familia porque te matan, porque los catequistas han dicho… Pero ¿no dice Jesucristo: “quién no odia a su padre, a su madre, a su hijo, a su hija y su propia vida no puede ser mi discípulo”?”(anuncio Cuaresma 2013).
Esta última cita es importante. El CNC se arroga el derecho a ser imagen de Jesucristo, su misión es la de Jesús, a saber, hacer visible el amor de Dios por todas sus criaturas en esta generación. En consecuencia, el CNC tiene derecho a ser lo primero para cualquier verdadero cristiano, nada puede ser puesto por delante del CNC… y si no lo ves, es síntoma de que has enfermado y vas camino de convertirte en un monstruo.
Fin del episodio.
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