Vamos a dar unas cuantas pinceladas sobre la nueva estética que propone el CNC con el santo objetivo de “salvar a la Iglesia” (“porque SÓLO una nueva estética salvará a la Iglesia”, dice el que manda).
Un elemento muy visible en esta nueva estética es la barba.
Veamos la razón: la barba es signo de la edad adulta y también es signo de hombría. En la tradición de “nuestros padres en la fe”, la barba además es signo de autoridad. Autoridad que emana de Dios hacia el varón, al que otorga de forma especial su gracia para que gobierne su casa. Por eso el varón es cabeza de la mujer.
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En los neo-estéticos iconos del CNC, todos con barba salvo el muchacho Juanillo que no tiene, precisamente, por ser un muchacho |
Muchos de los que se dejan barba en el CNC lo hacen simplemente por integrarse mejor en el grupo, como muestra de compromiso, sin darle mayor trascendencia; pero la tiene. En el pueblo elegido, el varón cabeza de familia siempre luce una cuidada barba.
Y en el CNC se quiere recuperar la belleza del cristianismo primigenio, en el que no existía la ideología de género (que tanto daño está haciendo a esta sociedad a la que el CNC quiere convertir), sino que todos tenían clarísimo su género y la misión que emanaba (por voluntad y designio divino, insisto)del mismo:
- género femenino -> misión agradar en todo a su marido y tener los hijos que Dios disponga (con el marido, claro)
- género masculino -> gobernar casa, esposa e hijos
- genero indefinido -> eso es imposible, pero si se diese el caso, en el CNC se cura
Dejando el tema de la barba que lucen tantos neo-hermanos, el elemento fundamental y posiblemente también el más representativo de esta nueva estética es la Comunidad.
Ya que la Comunidad neocatecumenal es la incubadora que gesta las nuevas criaturas llamadas a ser cristianos adultos en el módico plazo de 20-30 añitos de adoctrinamiento. Esta incubadora es la única herramienta que existe a través de la cual la inmadura neo-criatura recibe el alimento que posibilita su crecimiento y lo recibe en las dosis y con la periodicidad precisas. A saber: preparaciones de palabra (al menos una por mes), celebración de palabra semanal, preparaciones de ‘euca’ (al menos una por mes), ‘euca’ semanal, convivencia mensual, paso anual o bi-anual seguido de mega-escrutinios y de chachi-ritos no litúrgicos.
Las preparaciones y las palabras son imprescindibles para la formación de los neo-cristianos, con ellas aprenden la historia de salvación que Dios ha dispuesto desde siempre: desde Adán y Eva, Abraham, Jacob, Moisés, el rey David, etc.
Con la ‘euca’ reciben la fuerza para poner en práctica lo aprendido.
En los pasos se te asegurará que se trata de un paso del Señor que viene a rescatarte y curarte, siempre que tú hagas lo que se te diga que has de hacer. Ademas, los catequistas, que son los únicos seres que han recibido el don de poder cuantificar los avances de sus neo-catecúmenos sin incurrir en juicio de valor y, por tanto, sin usurpar el lugar de Dios, sino en NOMBRE de Dios, determinan como va la gestación: si sigue siendo mórura, si es embrión, feto inmaduro o criaturita ya viable.
Por su carácter extraordinario, he dejado para el final las convivencias. Antes de pasar a dar “algunas pinceladas” sobre ellas, quiero comentar una cosa. Espero que Dios os haya concedido la gracia de entender lo que se ha explicado, porque sólo con lo expuesto hasta el momento, ya tendría que ser suficiente para que cualquiera entienda que el verdadero cristiano no es una seta que se reproduce por esporas. No. Un cristiano de verdad es una criatura tan delicadísima que necesita una media de ventitantos años de incubadora. De lo cual se deduce que todos los que no han pasado por la incubadora son, simplemente, religiosos naturales. No hay vuelta de hoja.
Eso sí, Dios es tan poderoso que incluso le ha sido posible hacer surgir santos de entre los religiosos naturales: San Benito, Santa Teresa de Ávila, San Juan Bosco, Santa Faustina, San Pío… Pero que quede claro que tanto derroche de poder de Dios se está acabando y que a partir de ahora, los santos y las vocaciones tendrán que salir del CNC, porque esa es la herramienta que Dios ha dispuesto para este tiempo.
Y ahora, comentemos el papel de la Convivencia que es esa extraordinaria experiencia que se reserva para el día de reposo y de santidad dado por Dios a su pueblo. Experiencia que a ser posible se desarrolla fuera de la ciudad, sumergidos los neo-hermanos en el marco incomparable de la naturaleza, en ambiente de Laúdes, es decir, de alabanza y gloria a Dios, y que consiste en que los neo-hermanos pongan en común su neo-experiencia de cómo se está desarrollando la neo-gestación, puesta en común que da lugar a que se llamen a la verdad unos a otros con exquisita delicadeza y máxima consideración, siempre pensando en el bien de la neo-criaturita nonata.
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Tanto derroche de consideración y de caridad de unos para con otros hace que en las convivencias no sea inusual ver milagros milagrosos, como los vuelos sin motor de sillas |
El siguiente gran milagro que se ha de producir en la comunidad es precisamente la Comunidad de bienes. Esta es la gran aspiración del “ángel de Dios”, pero sólo se alcanza cuando la gestación concluye, es decir, cuando todos los neo-hermanos han llegado a la estatura de cristianos adultos y, en consecuencia, se da el amor entre ellos. Por eso, de momento no existe ni una comunidad en la que se dé la comunidad de bienes… a lo mejor se establece su obligatoriedad tras el neo-paso del neo-matrimonio espiritual en el que la criatura gestada, ya adulta y en edad de merecer, se casa con su neo-hacedor.
Mientras se camina hacia ese estado idílico en el que todos se aman como neo-hermanos y no se resisten al mal y no piratean películas y tal y tal, en suma, en tanto en cuanto se llega a la comunidad de bienes que practicaban los primeros cristianos (ellos sí que sabían hacerlo bien), se va practicando con una minucia, que es el Diezmo.
Lo primero que ha de quedar bien claro, es que el diezmo es un invento de la Iglesia; y lo segundo, que como se te ocurra darlo directamente a tu párroco, te caerá un tirón de orejas de tu responsable y, si persistes, de tu catequista y, si aun así te empecinas en desviar el impuesto revolucionario, el diezmo a quien no debes en lugar de darlo a tu comunidad como se te ordena, invita, te declararán endemoniado.
Y no penséis que exagero. No exagero nada, pero es preferible que hagáis la prueba vosotros mismos.
Fin del episodio.
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