Durante las ultimas décadas se ha usado un altar móvil para la celebración de la Santa Misa en la capilla Sixtina hasta el 2008 en el cual el Papa Benedicto XVI decidió celebrar en el Altar original "Versus Deum" (De cara a Dios), muchos medios tildaron al Papa de "retrógrada" e "involucionista"; algunos torpemente afirmaban : "parece que se ha olvidado que el Concilio Vaticano II fue un paso importante hacia adelante de la Iglesia Católica". Esto es lo que Benedicto tantas veces llamó "malas interpretaciones del Concilio" , por aquellos incluidos los Kikos que creen que "el espíritu del Concilio" les sirve de pretexto para justificar todas sus excentricidades litúrgicas y para no acatar lo que la Iglesia les pide.
Misa "de espaldas al pueblo" o misas o "de cara a Dios" aquí hay todo un debate pero para aclarar este tema lo mejor es recurrir a quienes de verdad saben del tema. De este modo evitamos que algunos Kikos sigan diseminando sus errores, al considerar la Misa Versus Deum (de cara a Dios) como un error de la Iglesia preconciliar.
Prólogo del Card. Joseph Ratzinger (hoy Papa Benedicto XVI) al libro de Uwe Michael Lang "Volverse hacia el Señor". Ed. Cristiandad. Madrid, 2007
Las dudas que pudieron surgir en torno a la interpretación del texto en cuestión quedaron resueltas por la autoridad eclesiástica. Así, la Congregación para el Culto Divino explicitó en el año 2000, en respuesta a una pregunta del Cardenal Schönborn, Arzobispo de Viena, que la celebración cara al pueblo "en modo alguno excluye la otra posibilidad" , y añadiendo que "es claro que sea cual sea la posición del celebrante, el sacrificio eucarístico se ofrece a Dios Uno y Trino y que el Sumo Sacerdote es Jesucristo, que actúa a través del ministerio del sacerdote de manera visible como instrumento suyo(.) Si el sacerdote celebra 'versus populum, lo que es legítimo y a veces recomendable, su actitud espiritual debe estar siempre orientada 'versus Deum per Iesum Christum'"
Queda pues claro, y así lo ha expresado la Iglesia, que no existe obligatoriedad en absoluto de que la Santa Misa se celebre de "cara al pueblo", y que la forma en la que el Papa Benedicto celebraba la Misa, es tal lícita y, al menos tan "conciliar" -si no más- como la celebración "versus populum". El mismo Joseph Ratzinger, en 1966, ponía el dedo en la llaga:
"No podemos negar por más tiempo que sobre este tema se han insinuado muchas exageraciones e incluso aberraciones, hasta el punto de resultar enojosas e indecorosas. Por ejemplo ¿deberán celebrarse todas las Misas cara al pueblo? ¿Es tan absolutamente importante mirar a la cara del sacerdote que celebra la Eucaristía? O, ¿no será muchas veces extremadamente saludable pensar que también él es un cristiano y tiene todos los motivos para dirigirse a Dios en compañía de sus hermanos congregados en asamblea, y recitar con ellos el 'Padrenuestro'?" .
Se podría pensar -y así muchos lo han interpretado desde una concepción plana y, por qué no decirlo, ignorante- que este gesto del Santo Padre obedece a un mero gusto personal, a una adhesión nostálgica a tiempos pretéritos o a un querer volver a la Iglesia "a tiempos pasados", siempre sin especificar qué se quiere decir con esto. Caer en ese error desde una visión superficial es sin duda minusvalorar la capacidad intelectual y el amor a Dios de nuestro Santo Padre, que, desde luego, ni es un "político", ni es un tonto nostálgico, ni parece moverse por otra cosa que no sea por su profunda identificación con Cristo. Pensar que no hay "algo más" detrás de cada una de las acciones de Benedicto XVI es el peor de los desprecios que pueden hacerse a un hombre de su talla intelectual y su profunda espiritualidad.
Ahora veamos lo que nos dice el gran K que se quitó rápidamente la camiseta de Benedicto XVI para ponerse la que el cree le va a ser mas conveniente.
El Papa Francisco lo primero que ha hecho es celebrar la Misa en la Capilla Sixtina no en el altar fijo, como estaba previsto, sino en un altar móvil, preparado ad hoc. Con esto estaba ratificando las disposiciones del Misal romano que establece que la Misa se puede celebrar también en un altar móvil, en contra de lo que quieren algunos muy tradicionalistas, que son los que critican que celebremos no necesariamente en la iglesia, sino en salas conveniente y decorosamente preparadas. Sabéis que estamos haciendo unas salas bonitas, como una especie de capillas, que forman parte del catecumenium , con pinturas, con un altar fijo de cristal, un altar que no se mueve. El P. Mario ha leído un libro que se llama "El retorno del clericalismo", que dice que vuelve a la Iglesia el clericalismo, todo un movimiento en contra del Concilio Vaticano II.
Por eso es un gesto muy importante el que ha hecho el Papa Francisco de celebraren un altar móvil en la Capilla Sextina y no en el altar preconciliar, adosado a la pared, donde se celebraría la Misa de espaldas al Pueblo. Y ha salido en todos los periódicos:¡Vuelve el altar del Concilio!, salió en primera página, ¡Retorna el Concilio! Y esto ha sido una gran alegría para nosotros, hermanos.
Ahora tiene mas sentido sin duda el Papa Benedicto era considerado un obstáculo para los planes de Kiko y cobra más sentido lo que Kiko dice en el mismo Anuncio:
«Yo quisiera, después de los milagros que va a hacer este Papa con nosotros, mandarle a Benedicto XVI una carta dándole las gracias. Porque gracias a que ha dimitido, la Iglesia se va a reformar, gracias a su sacrificio va a ser una explosión.»
Misa "de espaldas al pueblo" o misas o "de cara a Dios" aquí hay todo un debate pero para aclarar este tema lo mejor es recurrir a quienes de verdad saben del tema. De este modo evitamos que algunos Kikos sigan diseminando sus errores, al considerar la Misa Versus Deum (de cara a Dios) como un error de la Iglesia preconciliar.
" Para el católico practicante normal son dos los resultados más evidentes de la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II: la desaparición del latín y el altar orientado hacia el pueblo. Quien lee los textos conciliares puede constatar con asombro que ni lo uno ni lo otro se encuentran en dichos textos en esta forma. (.)El texto conciliar no habla de la orientación del altar hacia el pueblo. Se habla de esta cuestión en instrucciones posconciliares. La más importante de ellas es la Institutio generalis Missalis Romani, la Introducción general al nuevo Misal romano de 1969, donde en el número 262 se lee: «Constrúyase el altar mayor separado de la pared, de modo que se le pueda rodear fácilmente y la celebración se pueda hacer de cara al pueblo [versus populum]» . La introducción a la nueva edición del Misal romano de 2002 ha tomado este texto a la letra, pero al final añade lo siguiente: « es deseable donde sea posible» . Muchos ven en este añadido una lectura rígida del texto de 1969, en el sentido de que ahora existe la obligación general de construir -«donde sea posible»- los altares de cara al pueblo. Esta interpretación, sin embargo, fue rechazada por la competente Congregación para el Culto Divino el 25 de septiembre de 2000, cuando explicó que la palabra «expedit» [es deseable] no expresa una obligación, sino un consejo. Hay que distinguir -dice la Congregación- la orientación física de la espiritual. Cuando el sacerdote celebra versus populum (De cara al pueblo), su orientación espiritual debe ser siempre versus Deum per Iesum Christum [hacia Dios por Jesucristo]. Dado que ritos, signos, símbolos y palabras no pueden nunca agotar la realidad última del misterio de la salvación, se han de evitar posturas unilaterales y absolutas al respecto. Es una aclaración importante porque evidencia el carácter relativo de las formas simbólicas exteriores, contraponiéndose de este modo a los fanatismos que por desgracia en los últimos cuarenta años han sido frecuentes en el debate en torno a la liturgia. Pero al mismo tiempo ilumina también la dirección última de la acción litúrgica, que no se expresa nunca completamente en las formas exteriores y que es la misma para el sacerdote y para el pueblo (hacia el Señor: hacia el Padre por Cristo en el Espíritu Santo)".
Benedicto XVI celebrando ad
orienten en la capilla Sixtina
Prólogo del Card. Joseph Ratzinger (hoy Papa Benedicto XVI) al libro de Uwe Michael Lang "Volverse hacia el Señor". Ed. Cristiandad. Madrid, 2007
Las dudas que pudieron surgir en torno a la interpretación del texto en cuestión quedaron resueltas por la autoridad eclesiástica. Así, la Congregación para el Culto Divino explicitó en el año 2000, en respuesta a una pregunta del Cardenal Schönborn, Arzobispo de Viena, que la celebración cara al pueblo "en modo alguno excluye la otra posibilidad" , y añadiendo que "es claro que sea cual sea la posición del celebrante, el sacrificio eucarístico se ofrece a Dios Uno y Trino y que el Sumo Sacerdote es Jesucristo, que actúa a través del ministerio del sacerdote de manera visible como instrumento suyo(.) Si el sacerdote celebra 'versus populum, lo que es legítimo y a veces recomendable, su actitud espiritual debe estar siempre orientada 'versus Deum per Iesum Christum'"
Congregatio de Cultu Divino et Disciplina Sacramentorum, "Responsa ad quaestiones de nova Institutione Generalis Missalis Romani", 2000.
Queda pues claro, y así lo ha expresado la Iglesia, que no existe obligatoriedad en absoluto de que la Santa Misa se celebre de "cara al pueblo", y que la forma en la que el Papa Benedicto celebraba la Misa, es tal lícita y, al menos tan "conciliar" -si no más- como la celebración "versus populum". El mismo Joseph Ratzinger, en 1966, ponía el dedo en la llaga:
"No podemos negar por más tiempo que sobre este tema se han insinuado muchas exageraciones e incluso aberraciones, hasta el punto de resultar enojosas e indecorosas. Por ejemplo ¿deberán celebrarse todas las Misas cara al pueblo? ¿Es tan absolutamente importante mirar a la cara del sacerdote que celebra la Eucaristía? O, ¿no será muchas veces extremadamente saludable pensar que también él es un cristiano y tiene todos los motivos para dirigirse a Dios en compañía de sus hermanos congregados en asamblea, y recitar con ellos el 'Padrenuestro'?" .
Ratzinger, Joseph. "El Nuevo Pueblo de Dios: esquemas para una eclesiología". Ed. Herder. Barcelona, 1972
Se podría pensar -y así muchos lo han interpretado desde una concepción plana y, por qué no decirlo, ignorante- que este gesto del Santo Padre obedece a un mero gusto personal, a una adhesión nostálgica a tiempos pretéritos o a un querer volver a la Iglesia "a tiempos pasados", siempre sin especificar qué se quiere decir con esto. Caer en ese error desde una visión superficial es sin duda minusvalorar la capacidad intelectual y el amor a Dios de nuestro Santo Padre, que, desde luego, ni es un "político", ni es un tonto nostálgico, ni parece moverse por otra cosa que no sea por su profunda identificación con Cristo. Pensar que no hay "algo más" detrás de cada una de las acciones de Benedicto XVI es el peor de los desprecios que pueden hacerse a un hombre de su talla intelectual y su profunda espiritualidad.
Ahora veamos lo que nos dice el gran K que se quitó rápidamente la camiseta de Benedicto XVI para ponerse la que el cree le va a ser mas conveniente.
El Papa Francisco lo primero que ha hecho es celebrar la Misa en la Capilla Sixtina no en el altar fijo, como estaba previsto, sino en un altar móvil, preparado ad hoc. Con esto estaba ratificando las disposiciones del Misal romano que establece que la Misa se puede celebrar también en un altar móvil, en contra de lo que quieren algunos muy tradicionalistas, que son los que critican que celebremos no necesariamente en la iglesia, sino en salas conveniente y decorosamente preparadas. Sabéis que estamos haciendo unas salas bonitas, como una especie de capillas, que forman parte del catecumenium , con pinturas, con un altar fijo de cristal, un altar que no se mueve. El P. Mario ha leído un libro que se llama "El retorno del clericalismo", que dice que vuelve a la Iglesia el clericalismo, todo un movimiento en contra del Concilio Vaticano II.
Por eso es un gesto muy importante el que ha hecho el Papa Francisco de celebraren un altar móvil en la Capilla Sextina y no en el altar preconciliar, adosado a la pared, donde se celebraría la Misa de espaldas al Pueblo. Y ha salido en todos los periódicos:¡Vuelve el altar del Concilio!, salió en primera página, ¡Retorna el Concilio! Y esto ha sido una gran alegría para nosotros, hermanos.
Kiko Arguello Anuncio de Pascua 2013
Ahora tiene mas sentido sin duda el Papa Benedicto era considerado un obstáculo para los planes de Kiko y cobra más sentido lo que Kiko dice en el mismo Anuncio:
«Yo quisiera, después de los milagros que va a hacer este Papa con nosotros, mandarle a Benedicto XVI una carta dándole las gracias. Porque gracias a que ha dimitido, la Iglesia se va a reformar, gracias a su sacrificio va a ser una explosión.»
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