Thursday, October 17, 2013

¿1200 CATECÚMENOS TIENE QUE GUSTARLE A CUALQUIERA?

Atendiendo al supuesto, tantas veces expresado y reiterado, de que la conversión viene por la predicación, llevo algún tiempo recopilando algunas de las más preclaras perlas lingüísticas surgidas del intelecto, de la libertad y de las manos de los neo-kikos que visitan el blog. Voy despacio, porque le dedico poco tiempo, pero aspiro a que no se pierdan dichas máximas, tan cargadas de sentimiento, como carentes de prudencia y de cualquier rastro de afabilidad, tan representativas de los frutos que da el ínclito CNC.


Mientras doy forma a la memoria de “Frases lapidarias para la conversión del mundo”, no quiero dejar pasar la ocasión de responder a la siguiente pregunta de nuestro asiduo comentarista Erick, a quien, como catecúmeno desde hace casi 20 años e hijo del CNC, hemos de suponerle un inmaculado respeto por la Verdad:




Bueno, voy a suponer que no entiendes mi forma de escribir, cuando hablo de buscarlos y traerlos me refiero al tema transporte.

Bueno, 1200 catecuemenos (sic) en una parroquia tiene que gustarle a cualquiera”.

Esa es la situación de la parroquia de Erick: 1200 catecúmenos... ¿Podría ser que Erick haya redondeado la cantidad al alza? No tenemos por qué pensar tal cosa. ¿Sería posible que, además de redondear en el sentido más beneficioso para el CNC, se haya olvidado de descontar a los niños que asisten (porque no caminan) a la comunidad de sus padres? Descartado, porque tal proceder sería incurrir en una trampa, una mentirijilla deshonesta.

La tierra del arco iris
En consecuencia, 1200 catecúmenos enteritos en una sola parroquia. Suponiendo una media de 50 neohermanos por comunidad -que no es una cifra  fácil de alcanzar, ya que incluso en Santo Domingo de 50 que entran, sólo quedan 5- 1200 catecúmenos dan un promedio de ¡24 comunidades!

 

En todo caso, de ser exagerada la media de 50 neohermanos por comunidad, se obtendría una cifra de comunidades aún mayor; y de ser escasa, se podría reducir la cantidad de comunidades en torno a las 20. Notable, sin duda. Lo que nos llevaría a otro problema:



¿Qué parroquia puede soportar unas 20 Eukaristías en paralelo?



¿Qué parroquia cuenta con salas debidamente acondicionadas (y a ser posible, insonorizadas), para celebrar el memorial semanal de la muerte y resurrección de Cristo con la dignidad, el recogimiento y la intendencia de metacrilato necesaria?



¿Os hacéis una idea de lo que cuesta disponer de metacrilato para 1200 posaderas? Y que conste que no me refiero al precio de adquisición de ese metacrilato, porque eso, con unas cuantas bolsas que se pasen, está chupado; a lo que me refiero es al trabajo de los sufridos hostiarios (la h se la pone el CNC, ver mamotreto a los hostiarios).



Sólo eso es suficiente para entender la necesidad de una nueva estética en los templos de la kikandad…
  
Neo-parroquia al servicio del camino
Lástima que en el Vaticano haya unos curas sumamente clericalistas, chapados según la antigua tradición de nuestros padres en la fe, que se empeñan en que la Misa y la Eucaristía son liturgia y sacramento de comunión y no tiene sentido celebrar varias misas en paralelo, sino que debe celebrarse una en la que se reúne la entera asamblea del pueblo de Dios.



Personalmente (y dudo que sea por efecto de estar clericalizándome), entiendo la postura de los que defienden la Misa como comunión del pueblo de Dios. Y la obcecación neocatecumenal por las n-cientas Misas en paralelo es, en mi opinión, la primera y principal razón por la que a más de uno puede no gustarle tener kikos, en la cantidad que sea, en una parroquia. 

Pero además de ser contrario a lo que dicta la tradición de las primeras comunidades cristianas, allá en el siglo I, las n-cientas Misas paralelas plantean otros problemas logísticos:


(…)
Cuando yo hablo de logistica, me refiero a flores, limpieza, liturgia, cantos, buscar al padre, traer al padre etc etc etc, entendiste meripe?”


Comentario que algunos pensamos que se refería a que o bien los sacerdotes de su parroquia no querían celebrar con ellos o bien eran ellos los que no querían a los sacerdotes de su parroquia (por no ser R.M.) y preferían ir a buscarlos a otras parroquias. Ahora queda claro que no era eso, sino que han de recurrir a sacerdotes de otros lugares para poder dar tantos servicios en paralelo.



En consecuencia, tener grupitos de unos 30-40 catecúmenos (asumiendo que esa es la talla media de las comunidades, talla estabilizada tras unas 3-4 fusiones) supone trabajo extra para la parroquia

  • los susodichos grupitos no se sumarán a ninguna de las Misas declaradas en la pastoral de la parroquia, sino que reclamarán tener su Misa a parte, misa a la que llamarán Eucaristía para resaltar que ‘no es lo mismo’, porque no es lo mismo algo que vale 100 a algo que vale como 20
  • los grupitos también harán uso entre semana de cuantas salas haya en la parroquia y, en época de catequización o cuando estén de ‘paso’, varias veces a la semana
  • los grupitos reclamarán celebraciones extraordinarias y particulares (sólo para ellos) en las fechas más señaladas del calendario litúrgico, particularmente en Semana Santa y en Pascua
  • los grupitos, además de reclamar el servicio de los sacerdotes de la parroquia, no aceptarán la autoridad de éstos, ni aun en caso de que esos sacerdotes caminen, pues por encima de ellos siempre estará el laico responsable del CNC en la parroquia
  • los grupitos querrán disponer de espacios fijos en la parroquia para el almacenaje del cada vez más voluminoso ajuar que requieren sus reuniones, llamadas celebraciones
  • y pedirán espacios habilitados para el aparcamiento, digo, la estancia de sus hijos pequeños mientras ellos se reunen en sus celebrativas reuniones
  • y sus reuniones, para las cuales podría ser que se viese pasar a los convocados trasportando fuentes y ollas y todo tipo de bebidas espirituosas, durarán hasta altas horas de la noche o de la madrugada
  • ...

Siendo así (que lo es), ¿por qué tendría que gustarle a nadie 1200 catecuemenos (sic) en una parroquia?


Otra cosa serían 1200 feligreses, que me parece una cifra muy normal para casi cualquier parroquia. 1200 feligreses a secas le pueden gustar a cualquiera, pero 1200 neokikos, a priori, sólo pueden gustar a otro neo-kiko.

Poderoso caballero es don dinero
Aunque... Sin embargo.... Es decir.... Sí, me he dejado un argumento que suele ser decisivo a la hora de que los grupitos de neo-hermanos encuentren apoyo parroquial. El argumento decisivo es el diezmo. 

La parroquia no cede sus infraestructuras por puro amor fraterno. Y los n-cientos sacerdotes que hay que buscar y traer y llevar para las n-cientas Misas paralelas no prestan el servicio por puro celo de anunciar el Evangelio. Y el diezmo de 1200 catecúmenos o el de 800, suponiendo que los demás no hayan alcanzado la altura diezmática de camino, no debe ser despreciable.

¿Cómo podría disgustar a nadie 1200 diezmantes en una parroquia?

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