Escribe el responsable de comunicación del Camino Neocatecumenal en España bajo la apariencia de periodista-columnista independiente:
Hay ocasiones en las que no entendemos por qué suceden ciertas cosas, la razón de que acontezcan determinados hechos en nuestra vida. Nos rebelamos y luchamos contra estas situaciones y quizás nunca llegamos a encontrarles sentido. Hace pocos días el Papa Francisco aludió a la necesidad de escuchar a Dios en los acontecimientos de cada día, en los pequeños detalles y en la historia: «Hay que saber escuchar a Dios, y dejarse guiar por su voluntad», dijo también. El siglo XX ha sido una época oscura a causa de la violencia, las masacres y las persecuciones. Para millones de seres humanos y de forma especial para los cristianos, un tiempo de enorme sufrimiento. Los 522 mártires que fueron beatificados ayer en Tarragona así lo acreditan. Pero, son sólo algunos de los inocentes que han experimentado en primera persona las consecuencias de no renunciar a la fe. Personas aparentemente corrientes pero realmente excepcionales, que se mantuvieron firmes y fieles y que en la debilidad y en la sencillez revelaron una fuerza mayor, dando así testimonio del Evangelio. Ahora mismo, en nuestros días, en pleno siglo XXI, hay también millones de personas que son sometidas a una terrible persecución por el mero hecho de ser cristianos. Podemos decir que son los inocentes de nuestro tiempo. Inocentes que apenas hacen ruido y que tampoco llaman la atención, pero que están ahí, a la espera de alcanzar quizás algún día el martirio y de que nosotros descubramos su rostro. Es también aquí donde hay que escuchar y saber discernir lo que Dios quiere y así, como dijo ayer el Papa, salir de nosotros mismos, dejar atrás el egoísmo, la pereza y la tristeza. Los nuevos beatos comprendieron por qué les sucedió aquello, por qué les persiguieron para después asesinarles, a lo que respondieron con amor y sin oponer resistencia. Es más, murieron tranquilos, confiados en Dios, con la certeza de que ésa era su voluntad. Dentro de algunos años asistiremos con toda probabilidad a una nueva beatificación de mártires del siglo XX en España. Será una nueva ocasión para recordar lo que significa ser cristiano y dar la vida hasta el extremo por amor. Un momento para mostrar otra vez al mundo que se puede ser cristiano incluso en los momentos más oscuros y, curiosamente, más sublimes, de la vida.
Fuente: La Razón.
Hablemos con propiedad:
Álvaro de Juana publicó algún que otro artículo en La Razón cuando ese medio de comunicación, perteneciente al Grupo Planeta, se nutría de ingresos provenientes de anuncios de contactos (servicios de prostitución). Parece ser que ése no fue ningún inconveniente para él y su moral, pues publicaba artículos con anterioridad a la retirada de la sección de "contactos" el 23 de diciembre de 2009. [Ejemplos: Véase aquí y aquí]
Un servidor se pregunta si el día en que se publicó la noticia del Camino Neocatecumenal, los anuncios de prostitución estarían en la misma página que la noticia de la realidad eclesial.
Es más, el diario La Razón se define en palabras de su director, Francisco Marhuenda, como católico ('Somos de derechas, católicos y monárquicos y eso nos está funcionado') cuando forma parte de la empresa que edita la revista pornográfica Playboy y, por si no hubiera bastante, ese periódico católico forma parte, a su vez, del conglomerado que abarca los canales de televisión Antena3 y LaSexta, este último, sobre todo, conocido por su linea editorial anticatólica.
Volviendo al artículo periodístico de de Juana, cabe decir que su autor solo aporta dos datos. A saber: la cifra de mártires beatificados en la ceremonia y las palabras del Papa Francisco. Por lo demás, nada nuevo bajo el Sol. ¿Cómo es posible que en un tema con tanta miga, y más para un español, el autor no aporte nada nuevo y enriquecedor para sus lectores?
A pesar de ello, hay una serie de cuestiones que nos gustaría preguntar al vocero oficioso por su relación con el fundador, pues él tiene acceso para poder entrevistarlo en los publirreportajes (aquí, aquí, aquí y aquí):
- ¿Se ha acordado Francisco José Gómez de Argüello Wirtz de los mártires de la persecución religiosa del siglo XX en España?
- ¿Piensa el fundador de la realidad eclesial que estos mártires son dignos (o no) de una sinfonía compuesta por él mismo?
- ¿Qué entiende el doblemente doctorado por "inocentes que apenas hacen ruido y que tampoco llaman la atención"?
- ¿Qué opina el laureado artista sobre "dejar atrás el egoísmo"?
- Si los mártires respondieron con amor y sin oponer resistencia, dejando de lado en este caso la Fe, ¿ante una violación debemos oponer resistencia o no? ¿Ello justificaría la iniciación de un proceso de beatificación?
Esperamos que nuestro periodista de cabecera haya aprendido del fundador a través de su testimonio en su vida cotidiana y pueda respondernos lo más breve y conciso posible. Y como dicen por mi tierra: ¡Qué Dios se lo pague con hijos!
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