Monday, December 30, 2013

Testimonios de la misión Ad Gentes del Camino Neocatecumenal.


Álvaro de Juana, responsable de comunicación del Camino Neocatecumenal en España, modifica nuevamente el número de familias misioneras que enviará el Papa Francisco el próximo 1 de febrero. La novedad en este caso no es la modificación, sino que ésta se produce a la baja: ya no son 350 familias, ahora son 300.

Del mismo modo ocurre con el número de familias que han recibido en el día de ayer la bendición por parte del arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, que por mucho que el propio vocero diga que son "más de cien familias" el propio fundador de la realidad eclesial, Francisco José Gómez de Argüello Wirtz  ha afirmado que eran "76 familias", siguiendo lo apuntado en Religión Digital.


Cuando ser familia no tiene fronteras
Álvaro de Juana,  

¿Cómo es posible que familias con varios hijos lo dejen todo y se vayan a evangelizar a cualquier país del mundo? A simple vista parece que la pregunta no admite respuesta, pero la realidad es bien distinta y hoy lo vamos a comprobar en la Plaza de Colón en Madrid. Más de cien familias del Camino Neocatecumenal pondrán hoy su misión a los pies de la Sagrada Familia de Nazaret durante la Misa de las Familias al tiempo que reciben una bendición especial del arzobispo de Madrid. Esa oración la escribió el beato Juan Pablo II en 1988 al enviar en Italia a las primeras familias en misión de esta iniciación cristiana que recorre y revitaliza las etapas del Bautismo. Desde entonces hay ya casi mil familias misioneras repartidas en 91 países y 52 misiones ad gentes a lugares donde la presencia de la Iglesia es nula. Las familias que acuden a este tipo de misión forman comunidades por las que los no creyentes se sienten atraídos al ver cómo se relacionan. Además, el Papa Francisco será el encargado el próximo 1 de febrero de enviar a 300 nuevas familias e inaugurar 40 nuevas missio ad gentes en el Aula Pablo VI. 

La Razón ha hablado con (...) estas familias que son españolas y se encuentran ahora mismo de misión en diferentes países. Katy y Juanjo llevan casi dos años en la ciudad austriaca de Graz y decidieron dejarlo todo para acudir donde la Iglesia les enviase. "Tomamos esta decisión como agradecimiento a Dios por todo lo que ha hecho por nosotros y porque queremos decirle a la gente lo que nosotros vivimos cada día: que Cristo ama a cada hombre", explica Juanjo, quien ha tenido que dejar de lado al menos por un tiempo su afición casi profesional a los bolos y las competiciones en las que participaba. "Nunca pensamos dejar el trabajo, la familia, los amigos pero después de este tiempo vemos que es una gracia de Dios para nosotros estar aquí, es un verdadero milagro", coinciden Katy y Juanjo que no ocultan las dificultades que tienen con el idioma y para ellos "es una cruz que hace que aprendamos a ser humildes y a ocupar el último puesto". Sin embargo, "Dios nos ha dado una casa, un trabajo y nunca nos ha faltado de nada". Ahora, después de perder a su hija Anna pocos minutos después de nacer, esperan entusiasmados un nuevo hijo. 
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Cuando Miguel y Beatriz escucharon en la misma convivencia que la ciudad en la que recalaría su misión era Manchester, en Inglaterra, pensaron que al estar "cerca" de casa sería fácil. Sin embargo, desde que están allí no paran un momento. La familia de estos vallisoletanos está formada por cuatro hijos y otros siete que han perdido por diferentes circunstancias. Esto "nos ha llevado a grandes sufrimientos" pero también "frente a estos acontecimientos de dolor hemos comprobado el amor de Dios en nuestra vida, cómo nos ha sostenido y ayudado, como ha fortalecido nuestra fe", cuentan Miguel y Beatriz. Después de todo "hemos sentido que lo mejor que podíamos hacer es ofrecer nuestra vida a la Iglesia para ayudar evangelizando". Viven en el barrio de Wythenshawe, una zona que "está moralmente destruida y alejada de Dios, donde los valores familiares se están perdiendo, hay mucha dependencia del alcohol, muchísimas madres solteras muy jóvenes y adolescentes extremadamente violentos que sufren las consecuencias de familias totalmente desestructuradas". Al llegar, comenzaron a buscar trabajo, pero fue frustrante porque "todas las agencias se negaban a alquilar una casa a una familia extranjera y sin trabajo". Ante esta situación "el Señor nos llamaba a abandonarnos a Él, a renunciar a nuestras comodidades, a nuestros afectos y a dar la vida por la misión.". Al final se obró el milagro y consiguieron una casa y un trabajo para Miguel. "Los primeros meses fueron muy duros, el idioma suponía una gran barrera para cualquier cosa, hasta para lo más sencillo, como la compra diaria, los deberes de los niños, subir al autobús... todo era complicado" pero "somos felices" y "la gente se pregunta porqué hemos dejado un país tan bonito como España para acabar aquí". Beatriz también ha perdido el niño que esperaba, pero "seguimos viendo cada día en las pequeñas cosas, como el Señor está ahí, de nuestro lado". 

Fuente: La Razón.


Recordemos que las nuevas 40 misiones implican 160 matrimonios (compuesto por 320 miembros) además de 40 sacerdotes del Camino Neocatecumenal, 40 socios (laicos o seminaristas), 40 hermanas mayores encargadas de atender a los presbíteros neocatecumenales así como a los socios, y 120 hermanas jóvenes que se dedicarán a atender a los hijos de los matrimonios (lo que vendría a ser una niñera, dicho con todos los respetos) a lo que se debe sumar los hijos de los matrimonios que, según Kiko Argüello, serán 255 chavales. En total se movilizarán un contingente poblacional de 815 miembros del Camino Neocatecumenal.

Ahora bien, ¿no estábamos hablando de 300 matrimonios? Pues haciendo cálculos en base a las cifras ofrecidas por Kiko Argüello en la entrevista concedida a la Agencia Zenit y de la que ya nos hicimos eco anteriormente y recordamos nuevamente:

En total son cerca de 40 missio ad gentes. Cada una de ellas está compuesta por cuatro familias, un sacerdote y un “socio” que acompaña al sacerdote y que puede ser un laico o un seminarista; una hermana mayor que les ayuda, y tres hermanas jóvenes que se ofrecen para la misión y sin hacer votos ayudan a las familias que tienen muchos hijos, en su mayoría pequeños.

Si cada misión ad gentes tiene 4 matrimonios y en total, siempre de acuerdo con Álvaro de Juana, serán 40 las nuevas misiones... entendemos que resultan un montante de 160 matrimonios sobre los 300 matrimonios prometidos, así que hemos perdido unos 140 matrimonios con su respectivo personal encargado y que en un primer momento se habían prometido.

¿Nos podrán explicar el motivo de esta diferencia?

Al final suponemos que parte de los matrimonios que a priori no tendrán cabida en estas nuevas misiones, más que nuevangelizar se tratará de movilizar personal para neocolonizar



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