Muchos de los lectores de Crux Sancta se preguntarán que relación puede tener la entrada anterior con el Camino Neocatecumenal. A priori, aparentemente no hay nada que vincule realidad realidad eclesial con la congregación religiosa. Pero en un análisis en profundidad [en un artículo del que no se considero apropiada su publicación en este blog], se destacaba como las nuevas formas de congregaciones religiosas primaverales se nutren gracias a las nuevas generaciones de los movimientos y realidades neoconservadoras, valga la redundancia.
En otras palabras, como ellos/ellas mismos/mismas publican, son personas nacidas en ambientes cristianos y preparadas para la élite que abandonan sus proyectos futuros, para entregarse a Cristo. Entonces uno se pregunta: Si tan católicos son sus hogares en los que nacen y se forman cristianamente, ¿para qué buscan hacer de sus hijos personas de un éxito propio de las clases más selectas? ¿A caso ello resulta propio de los católicos?
Obviamente, a la hora de hablar de élites lo hacemos por los miembros la prelatura personal de la Santa Cruz y Opus Dei o los Legionarios de Cristo, (en ningún momento se ha pensado equiparar a ninguna otra realidad eclesial con la "élite"). Pero el CNC si tiene su hueco aquí, es porqué a ellos se debe gran parte del número de vocaciones. Vocaciones que, muchas veces, en vez de tratarse de llamadas de Dios a sus hijos e hijas para convertirse en lo que el Padre les tiene preparados, se convierte en exigencia.
Y ¿por qué se convierte en exigencia? La respuesta rápida sería "por capricho", pero atendidas las razones, comprendemos que hay algo detrás de todo.
Pongamos un caso verdadero, pero ocultando datos (como nombres y lugares):
Era marzo de 2011, en pleno curso académico, "Alba" se ausentó de clase durante una semana; su única justificación fue que tuvo un viaje (así de imprevisto) a Burgos. Hasta ahí la versión que la joven dio públicamente. La verdad era diferente a lo que ella alegó:
Alba es una joven de casi 24 años, soltera y sin compromiso. Algo que no se entiende cuando todas sus amigas (y familiares de edad similar) tienen novio y planes de boda.
El asunto podría parecer inverosímil si tenemos en cuenta cual es la situación de la sociedad española actual, donde las mujeres se casan a los 31,34 años según el Instituto Nacional de Estadística. Pero la cuestión cambia cuando sabemos que...
Alba forma parte del Camino Neocatecumenal, de este modo el viaje a Burgos no se trató de algo improvisado, sino que se trató de un viaje de las jóvenes del Camino Neocatecumenal con un rango de 20 a 25 años (todas ellas solteras y sin compromiso a la vista) que fueron invitadas a pasar unos días en un convento regido por las exclarisas y exclaustradas de Iesu Communio. Pero por parte de Alba nunca se ha escuchado nada de esto.
Por otro lado tenemos a "Lucia", quien a penas conoce a Alba, pero su situación es similar. La única diferencia está en que Lucia forma parte de una familia 'pata negra' del CNC en la región; es de esas familias que para denotar su prestigio suelen afirmar lo siguiente "le consultamos al obispo Tal, que es muy amigo nuestro".
Llega el día en que se encuentran tanto Alba y Lucia con otras muchachas de diferentes comunidades; su único vínculo entre ellas es el hecho de formar parte del CNC, nada más. Pero Alba y Lucia son las últimas en tener novio (de este grupo improvisado que se han encontrado por los pasillos de la facultad). Con lo que les proponen una de las demás jóvenes (que ya tiene planes de boda): Podríais ir al bar de la calle Tal, allí todos los viernes acuden a cenar chicos [del Camino, se sobreentiende], para acto seguido decir de qué comunidades son los jóvenes varones que hasta allí acuden.
Pasan dos meses y Lucia ya se pasea con su nuevo amigo neocatecumenal, por contra Alba, joven deseosa de libertad, sigue sin un amigo del que podría surgir un noviazgo. Siempre le quedará la opción de volver a "Burgos", si es que ¿alguien? no desea otro futuro para ella, sin tener en cuenta su voluntad ni los designios del Padre.
Una vez dicho esto, sabemos cuales serán las primeras reacciones de nuestros lectores: ¿Qué hay de malo en ir a un convento? Nada, es algo muy saludable que debe ser recomendado a los fieles en general. Pero la cosa cambia cuando son los padres aquellos deseosos de tener hijos sacerdotes o hijas religiosas y de manera que sus voluntades se anteponen a la Voluntad de Quien llama.
Una vez dicho esto, está la cuestión de por qué generalmente las vocaciones femeninas del Camino Neocatecumenal a la vida consagrada se centran en las Iesu Communio, las Clarisas y la Comunidad del Cordero, cuando la lista de ordenes y congregaciones religiosas es muy numerosa.
Recomendamos a los lectores de Crux Sancta visitar el sitio web amigo de Divina vocación.
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