Sucesos reales que ilustran el exquisito respeto a la dignidad de las personas que se practica en cualquier escrutinio del CNC.
Lo que voy a contar sucedió en el escrutinio de la Elección, delante de tooooda la comunidad, Precisamente porque tooooodos estábamos allí y tooooodos lo escuchamos, puedo contarlo.
La protagonista es una catecúmena con una relación fallida a su espalda de la que la Iglesia reconoció la nulidad matrimonial; situación que el CNC admite en determinadas circunstancias, en este caso, el ex no caminaba ni practicaba, pues dejó la Iglesia cuando ella aún no había entrado en el CNC; el proceso de nulidad tuvo lugar allá como antes de la Redditio, porque recuerdo que lo comentó.
Tiempo después, el ex de esta historia hizo llegar un dossier con su versión de la separación y un extracto del reconocimiento psiquiátrico de la mujer a una hermana de la comunidad de nuestra protagonista. Esta hermana, viendo el contenido tan íntimo y delicado del dossier, decidió que lo mejor era entregárselo a los catequistas.
Resultó que los catequistas, tal vez por falta de tiempo, porque de seguro no sería por descuido ni por falta de interés, no tuvieron a bien informar a la interesada de la existencia de esos papeles, sino que fue la misma hermana que los había puesto en sus manos, quien se acercó a la separada para decirle lo que había hecho.
Y ahí quedó todo. Los catequistas no se acercaron a esta mujer para hablar con ella de esa información adquirida de una forma tan… ¿usual? Y ella tampoco fue a buscarles, pues esperaba que el primer paso lo dieran los catequistas.
Hasta que llegó el escrutinio de la Elección... donde los catequistas disciernen quien es digno de revestirse de blanco con la ayuda de un cuestionario cuya finalidad no es inmiscuirse en la vida privada de nadie, sino iluminar la acción de Dios en la vida de cada cual.
Fue con esta hermana sentada en la silla del escrutado cuando al catequista se le ocurrió preguntar la causa por la que la Iglesia decretó la nulidad de su matrimonio, pregunta que NO ESTÁ en el cuestionario de la Elección. Recuerdo que ella contestó con una sola frase, muy simple, remitiéndose a uno de los supuestos para los que la Iglesia reconoce la invalidez del vínculo.
Y entonces vi crecerse al catequista (que es bastante retaco), enderezó la espalda, sacó una gran sonrisa llena de dientes y espetó a la escrutada algo así como “Me parece que adornas tú mucho la realidad”. En lugar de amilanarse, nuestra protagonista, aceptó el desafío y repuso que el problema de sacar conclusiones a partir de información sesgada procedente de sólo una de las partes, es que esas conclusiones suelen ser erróneas, pero que dado que él creía tener la respuesta, no venía a cuento el tema. Y no respondió a ninguna otra pregunta sobre el proceso de nulidad.
Por alguna razón, esta hermana no fue hallada digna de ser revestida.
Otra anécdota, también de la Elección.
En esta ocasión el protagonista es el prototipo de marido del CNC: tiene un chorro largo de hijos, todos los cuales, según alcanzan la edad mínima requerida, son obligados a caminar; es salmista; es catequista; ha enseñado a sus churumbeles a tocar la guitarra para que también ejerzan de salmistas; ha estado en la pastoral de novios y ahora anda catequizando por las plazas…
Pero en todo escrutinio que se precie debe salir un escándalo matrimonial y en esta ocasión, le toco a él. Tal vez porque en la comunidad, en otros escrutinios, ya había salido el libertino arrepentido que ya no bebe ni visita puti-clubs ni ve porno, tal vez porque ya salió el violento que ha dejado de usar las manos para calentar, también había salido la mujer de la que un pariente abusó, lo que le llevó a considerarse marcada de por vida y, por ello, se echó un amante con quien sabía que el matrimonio era imposible… Pero en la comunidad faltaba localizar un caso de problemas sexuales que la intervención de los profetas enviados por Dios resolviese milagrosamente.
Y sale de la bolsa el papelito con el nombre de este hombre y el avanza relajado y traquilo, fiado de las palabras del catequista según las cuales ellos vienen en nombre del Señor, para ayudar, para sanar, para iluminar tu historia de forma que puedas palpar el amor que Dios te tiene, como te ha cuidado, como te ha guiado, como te ha liberado del maligno...
Sucedió entonces que ante el relato de este hermano de cómo es su vida familiar, los catequistas se empeñaron en que tener una media de una discusión fuerte por mes desde hacía varios años, por más que se ‘diese el perdón’ en el matrimonio al cabo de no más de dos o tres días, era sintomático de que había un problema sexual.
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Catequista del CNC 'dialogando' con el Espíritu |
Son sólo anécdotas para ilustrar la fidelidad al canon 220 por parte de los catequistas del CNC y su profundo respeto por la salvaguarda de la intimidad de sus catecúmenos.
Saludos en Cristo
P.D. Para quien no lo conozca, a continuación el cuestionario del paso de la Elección
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