Un termino muy usado por los hermanos neocatecumenales y sus lideres es el de "espíritu del concilio" este término podemos encontrarlo en numerosas citas de Kiko Arguello y noticias relacionadas a los caminantes, pero de que trata este "espiritu" ? será acaso ,como afirmó Monseñor R. Walker Nickless , de un "demonio"que debe ser exorcizado"? . Aquí recopilo algunas de esas citas.
Pero....
Suele pasar que los libros cuanto más citados, menos leídos: El Quijote, la Biblia… y los documentos del Concilio Vaticano II. Sinceramente… ¿los hemos leído enteritos alguna vez? ¿Cuándo fue la última?
La necesidad de que las estructuras de la Iglesia se renueven ha llevado a Argüello a idear una nueva estética siguiendo el espíritu del Concilio Vaticano II con espacios modernos que favorezcan la vida de fe y ayuden al hombre a sentirse amado. “Hemos visto la urgencia de que las estructuras de la Iglesia se renueven; como la parroquia, que, ante la ´aldea global´ de McLuhan, puede transformarse en una ´aldea celeste´, con una nueva estética: un catecumenium, con espacios modernos para el culto y para la vida de las pequeñas comunidades, un modelo social más humano, capaz de abrir espacios para una nueva cultura”, destacó el iniciador del Camino. http://movil.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=19917
‘Ante el peligro de la apostasía de Europa, ante la catástrofe del pecado contra la luz… quisiéramos hacer una propuesta concreta, teniendo presente el Gran Jubileo del 2000: que se constituya una pontificia comisión para la realización de la nueva evangelización, según el espíritu del Concilio Vaticano II, a fin de promover el anuncio del Kerygma y la iniciación cristiana de adultos. Esta comisión, en nombre de Pedro, podría implicar a toda la Iglesia —diócesis, religiosos, religiosas, movimientos, nuevas realidades eclesiales, etc.- en la preparación de los misioneros del Jubileo que, enviados por Pedro a las diócesis ayuden a los párrocos a hacer en las parroquias el anuncio del Kerygma, que llama a la conversión y a instaurar caminos de iniciación cristiana, donde se redescubren las riquezas del Bautismo.’ http://www.camineo.info/news/153/ARTICLE/14556/2011-04-02.html
La finalidad del Camino Neocatecumenal es realizar desde la misma Parroquia como tal, con los mismos miembros que la componen, con los mismos medios, un modo nuevo de ser Parroquia viva; crear un nuevo estilo de Parroquia comunitaria; dar una nueva fisonomía misionera a la Parroquia, más religiosizada que evangelizada, que hoy tenemos. Es decir, redescubrir, renovar, revitalizar la Parroquia, según el espíritu del Concilio Vaticano II: la nueva evangelización a la que el Papa nos llama a todos los cristianos. http://archimadrid.es/lapaloma/html/comunidades2.htm
Dona Mario Pezzi subrayó en la homilía la intensidad con la que Spandri contribuyó a la nueva evangelización: “Se puso al servicio de un camino que ayuda y acompaña a los cristianos a redescubrir su bautismo, para poder afrontar los retos de un mundo secularizado. Toni y Bruna quisieron servir a la renovación de la Iglesia en el espíritu del Concilio Vaticano II... Por esto dejaron sus familias pudientes para vivir con sobriedad y sencillez para la evangelización, abriéndose al don de los hijos”. http://www.zenit.org/article-38514?l=spanish
Pero....
¿Qué es eso del espíritu del concilio?
El Padre Jorge en su blog de infocatólica nos da unos alcances...

Y como no se leen, mucho menos se citan. Eso sí, se habla del Concilio, de que el concilio dice, el concilio afirma, el concilio establece, el concilio hace, hizo, pretende o deja de pretender. Y cuando preguntas en qué documento se dice eso, donde está escrita tal afirmación, lo único que te responden es que eso es el espíritu del concilio. Ahhhhhhhhhhhhhhh.
Después de mucho escuchar y leer eso del espíritu del concilio sin cita alguna que lo avale, he llegado a una conclusión, mía, muy posiblemente equivocada, pero mía, y como mía la expongo y la razono. Y es que eso del espíritu es un invento para hacer que el concilio diga lo que nunca dijo ni pretendió decir. ¿Qué a alguien se le ocurre una genialidad? Pues nada, eso es vivir conforme al concilio. ¿En qué documento aparece? No hace falta mirar documentos. Es el espíritu conciliar. Y a ver quien calibra el espíritu.
No me imagino yo a un estudiante de teología de primer curso citando como fuente de autoridad en un trabajo “el espíritu del concilio”, a no ser que lo que pretenda sea provocar la carcajada del profesor correspondiente y un suspenso en la materia.
Pero voy a explicar por qué digo yo eso del espíritu. Y lo voy a hacer con tres ejemplos que espero se me entiendan.
1. Es conforme al espíritu del concilio –se dice- que en la iglesia haya libertad de expresión, ausencia de censuras, que cada teólogo pueda investigar libremente, publicar, enseñar según su conciencia. Que somos adultos para que nadie nos ande vigilando y censurando. Pero claro, uno se lee la constitución Dei Verbun sobre la divina revelación, y resulta que en el número 23 se dice por ejemplo esto: Los exegetas católicos, y demás teólogos deben trabajar, aunando diligentemente sus fuerzas, para investigar y proponer las Letras divinas,bajo la vigilancia del Sagrado Magisterio. Luego parece que lo que responde al Concilio –espíritu y letra- es que el Magisterio vigile. Aunque la palabra vigilancia rechine. Pero lo dice el Concilio.
2. Es conforme al espíritu del concilio –se dice- que la liturgia de la iglesia se celebre desde la libertad de cada comunidad y cada pastor, que en conciencia valorará cómo celebrar mejor en cada caso. Pero claro, uno se lee la constitución Sacrosanctun Concilium sobre la liturgia, y se encuentra cosas como esta en el número 22: “Por lo mismo, nadie, aunque sea sacerdote, añada, quite o cambie cosa alguna por iniciativa propia en la Liturgia”. Por tanto parece plenamente conciliar eso de que hay que celebrar según lo que la Iglesia manda, y no según las ocurrencias de servidor.
3. Es conforme al espíritu del concilio –se dice- reconocer que ninguna religión tiene la verdad absoluta y que todos los caminos pueden llevar igualmente a Dios. Pero en el decreto “Ad gentes”, en el número 7, se dice que “La razón de esta actividad misional se basa en la voluntad de Dios, que “quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verda. Porque uno es Dios, uno también el mediador entre Dios y los hombres, el Hombre Cristo Jesús, que se entregó a sí mismo para redención de todos", “y en ningún otro hay salvación". Es, pues, necesario que todos se conviertan a Él, una vez conocido por la predicación del Evangelio, y a Él y a la Iglesia, que es su Cuerpo, se incorporen por el bautismo. Luego parece plenamente conciliar decir que la salvación está sólo en Cristo, aunque evidentemente se respeta y valora lo que de bueno tiene cada hombre y cada religión (Declaración Nostra Aetate).
Son tres ejemplos. Tres. Se pueden poner mil.
Pero con estos ejemplos me atrevo a afirmar algunas cosas: que hacer de la liturgia lo que uno quiera, va contra el concilio; que pretender hacer teología al margen del magisterio, va contra el concilio; que negar que la salvación está en Cristo, va contra el concilio.
Pero es mi forma de verlo. Si en algún documento del concilio se dice lo contrario, o en su documentación posterior, agradeceré de corazón que me lo hagan saber y rectificaré con mucho gusto.
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