Don erre-q-erre o QUE LA REALIDAD no ESTROPEE la PELÍCULA
(http://www.mercaba.org/TESTES/KIKO/testimonio_de_kiko_arguello.htm).
Este joven, tal vez a consecuencia de esos trastornos, tiene una ‘visión celestial’: «¿Por qué pinté esta Virgen? Pues porque antes del Camino, en el año 1959, -esto lo digo con humildad y me da vergüenza decirlo-, tuve una aparición, o llamarlo como queráis, de la Virgen María, y sobre esto no puedo decir nada más» (http://pepo736.ar.tripod.com/mision_camino.htm).

Ese mismo año, cuando el chico tiene 21 años, gana un concurso juvenil de pintura que su alterada mente transforma en un importantísimo certamen (o varios):
«Estudié Bellas Artes en París y había ganado premios internacionales, pero entré en una crisis existencial que me llevó a dejar la Iglesia y a plantearme seriamente la vaciedad de vida, y a cuestionar la existencia de Dios» (http://www.listin.com.do/la-republica/2011/6/10/191621/Me-iba-a-pegar-un-tiro-pero-Dios-tuvo-misericordia-de-mi) y también « Y tuve la fortuna, o si queréis la desgracia, de ganar un Premio Nacional de pintura muy importante en España. Entonces salí en televisión, en los periódicos, me había abierto camino profesionalmente » (mas informacion sobre el torneo juvenil que ganó kiko aquí)
(http://www.mercaba.org/TESTES/KIKO/testimonio_de_kiko_arguello.htm).
De todas esas salidas en medios de comunicación (será por impericia para buscar en las hemerotecas), únicamente he podido recuperar una referencia; y aun menos, es decir, ninguna, he encontrado sobre la obra premiada, que parece haberse desintegrado.
Sin embargo, ni la visión celestial ni el éxito que le persigue cura la mente del joven ni hace que cambie su forma de ver la vida: «Había muerto interiormente y sabía que mi fin seguramente sería el suicidio, antes o después. Vivir cada día significaba todo un sufrimiento. Cada día lo mismo: ¿Para qué levantarme? ¿Quién soy yo? ¿Por qué vivimos? ¿Para qué ganar dinero? ¿Para qué casarse? Y así, todo ante mí carecía de sentido»
(http://pepo736.ar.tripod.com/zenith_kiko.htm).
Esta crisis existencial agrava las disputas con su padre hasta llevarle a abandonar la casa de sus padres, y también el trabajo en un colegio privado en el barrio de Chamberí de Madrid (donde descubre que no soporta a los niños), y también el estudio de arte bautizado como Gremio 62. Llegamos así al año 1964 y el chico ya no es un muchacho, ha cumplido los 25 años y ha optado por no tener oficio ni beneficio… Conoce entonces un mundo miserable donde la infelicidad es el pan cotidiano y allí descubre que se puede vivir sin otra ocupación que la de hablar de un mundo mejor, dar charlas en las que se asegura conocer el camino que conduce a la felicidad y utilizar los remordimientos de la gente para convencerles de que actúen de determinada manera.
Saulo antes de caerse del caballo |

El joven depresivo experimenta la euforia, cree haber encontrado su vocación: traer el reino de Dios a los pobres.
Pronto descubre que no es lo mismo convencer a quien no está en la Iglesia ni conoce la Biblia ni apenas tiene formación básica, que lograrlo con gente más preparada y comprometida. Es Carmen Hernández quien le presta un servicio imprescindible recubriendo la descarnada prédica con sucesivas capas de barniz concilio-vaticanista-segundo. Que sus interpretaciones del CVII sean discutibles o desacertadas, es lo de menos; lo importante es afirmar que ellos son fruto del concilio, fruto agradable a la vista, de dulce sabor y por ello bendecido y amparado por los que sí saben de tan altos temas.
Sin embargo, la impertinente y obstinada realidad pronto se manifestó: los resultados no tenían la espectacularidad esperada, no había conversiones en masa, ni milagros patentes, ni se transformaba la sociedad entera…
En momentos de crisis es cuando se manifiesta el verdadero carisma y el eufórico profeta, lejos de hundirse, encuentra la explicación lógica y la solución a tantas dificultades y piedras como encuentra en el camino que se ha trazado. Lejos de dudar de nuevo del poder de Dios o de plantearse si es que ha interpretado mal los signos y prodigios y no está haciendo la voluntad de Dios, discierne que las dificultades proceden de la inquina del maligno, que le envidia profundamente y quiere destruirle.
El protagonista revestido con las armas de la luz |

De ahí la insistencia el humilde siervo de Dios para que sus seguidores abandonen la nefasta costumbre de pensar, porque el maligno suele atacar a través de ‘la loca de la casa’ como decía Santa Teresa. Por eso, cada vez que tu cabeza o tu conciencia te sugieran que un catequista del CNC se equivoca, sabe que estás escuchando a Satanas, que te ha llevado a confusión porque quiere tu perdición. Sabe también que es metafísicamente imposible que un catequista del CNC se equivoque, porque Dios está con ellos, porque todo esto no es invento de un tipo con una personalidad compleja y e inestable, sino hijo de la visión celestial y del CVII, porque un catequista del CNC no actúa por su cuenta, sin en nombre de otro.
Por todo ello, debería ser evidente para todos que ‘hay que obedecer a Dios antes que a los hombres’, lo que implica que no se puede constreñir al CNC ni a sus catequistas con las normas, cánones y leyes internas de la Iglesia; algo así, sólo se le podría ocurrir a unos hostigadores clericales.
Menos mal, que todo miembro del CNC escruta asiduamente las Escrituras, lo que le alimenta y le dota de fortaleza y discernimiento superiores al del común de los mortales. Por eso en el CNC todos saben como responder a estas insidias calumniosas, no sólo sin despeinarse, sino incluso sin incurrir en juicio y condena de sus enemigos, antes al revés, mostrándoles en todo momento la luz del amor de Dios.
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Catecumenitos en pleno escrute de la palabra |
Mirad con qué elegancia expone un hijo de la luz que la obediencia a las normas de la Iglesia no aplica al CNC:
Gracias a ti ahora sabemos que está "prohibido", Meripe. Y sabes qué, no cambia absolutamente nada. En la comunidad se comparte todo. Los matrimonios hablan de sus problemas, de sus infidelidades, los solteros sobre sus pecados. A eso llamamos compartir la vida. Como una familia, con el tiempo, la comunidad se conoce completamente.
En ese escenario a ninguno le resulta un problema sacarlo también ante los catequistas en un escrutinio. Los que se quejan de los escrutinios no es que "estén endemoniados" simplemente quieren seguir escondiendo sus tinieblas. Cuando descubres y aceptas tus miserias y te reconoces incapaz, ¡ya no te avergüenzas de nada! Allí radica todo. Y si viene un catequista, un amigo, un hermano de comunidad o cualquiera y te las preguntas (sic), se las dices sin chistar... porque en todas esas miserias te está el Señor sacando.
Por eso no puedes pasar un segundo escrutinio sin hechos concretos. ¡¿Qué le importa a un catequista si has fornicado, si has robado?! ¿Qué ganan ellos haciéndote quedar en evidencia? ¡NADA! Pero necesitan que tu (sic) lo expongas, porque si lo puedes exponer, es porque has podido pasar por encima de esas muertes... es porque te has creído que el pecado ya no tiene la capacidad de matarte.
Si no te lo has creído, vas a ocultarlo. Y, si lo ocultas, no puedes pasar.
En ese escenario a ninguno le resulta un problema sacarlo también ante los catequistas en un escrutinio. Los que se quejan de los escrutinios no es que "estén endemoniados" simplemente quieren seguir escondiendo sus tinieblas. Cuando descubres y aceptas tus miserias y te reconoces incapaz, ¡ya no te avergüenzas de nada! Allí radica todo. Y si viene un catequista, un amigo, un hermano de comunidad o cualquiera y te las preguntas (sic), se las dices sin chistar... porque en todas esas miserias te está el Señor sacando.
Por eso no puedes pasar un segundo escrutinio sin hechos concretos. ¡¿Qué le importa a un catequista si has fornicado, si has robado?! ¿Qué ganan ellos haciéndote quedar en evidencia? ¡NADA! Pero necesitan que tu (sic) lo expongas, porque si lo puedes exponer, es porque has podido pasar por encima de esas muertes... es porque te has creído que el pecado ya no tiene la capacidad de matarte.
Si no te lo has creído, vas a ocultarlo. Y, si lo ocultas, no puedes pasar.
Constatad la dulzura y consideración hacia el prójimo y con cuanto respeto se analizan los hechos sin entrar a valorar la intencionalidad de los mismos: Los que se quejan de los escrutinios no es que "estén endemoniados" simplemente quieren seguir escondiendo sus tinieblas.
Una mente menos preparada por el escrute en árbol de la palabra de Dios, se dejaría confundir hasta llegar a pensar que el canon 220, al que se somete el artículo 19 de los estatutos del camino aprobados por la Santa Sede, prohíbe la intromisión en la intimidad y el fuero interno de las personas. Pero la perspicacia y el discernimiento que sólo poseen los catecúmenos les permite ver la voluntad de Dios por encima de las leyes de los hombres, por eso no duda en reconocer como práctica habitual en un escrutinio la existencia de preguntas, digamos, indiscretas ante las cuales, el catecúmeno se guarda el fuero interno en el bolsillo que tenga más a mano y contesta, vaya si contesta: se las dices sin chistar.
Porque si el escrutado no contesta o si la respuesta no convence al sacro-santo sentido del olfato, digo, del discernimiento del catequista, es prueba suficiente de falta de talla en la fe y la consecuencia es evidente: si lo ocultas, no puedes pasar. No hay, por tanto, atentado contra la libertad de las personas ni hay represalia, sino todo lo contrario: debido a su gran amor, los catequistas dan una nueva oportunidad al desagradecido escrutado para que deje la perniciosa costumbre de pensar y les obedezca sin chistar en la próxima ocasión.
¡Son más majos!
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